Ventana a Rusia

¡Adiós a la canícula, los incendios forestales, los humos tóxicos! La ola de calor que hizo doblar la tasa de mortalidad en Moscú -700 muertos al día cuando el termómetro marcaba 40º grados- ha finalizado. Después de seis semana de sequías e incendios, Rusia respira. El fuego ha sido dominado. La meteorología anuncia temperaturas a la baja e incluso un aviso de tempestad.

El balance es importante: 200.000 hectáreas de bosques han sido devastadas, 2.000 viviendas se han reducido a cenizas, 54 personas han perecido en las llamas, una tercera parte de la cosechas de cereales se ha perdido por el humo, 25 regiones han sido declaradas en estado de emergencia.

Una vez más, las autoridades han sido pilladas de improviso. El calor y los incendios, previstos sin embargo por Greenpeace en febrero y por la NASA en abril, escaparon a la vigilancia de los servicios de previsión del Ministerio Ruso de Situaciones de Emergencia (MTChS). La catástrofe ha revelado el deterioro de las infraestructuras, la vulnerabilidad de la población y la impericia de las autoridades.

El nuevo código forestal se lo puso todo en bandeja a los grandes lobbies industriales.

Después del fin de la URSS, el parque forestal, importante recurso del país después del gas, el petróleo y los metales, se ha ido a pique. Los bosques han sido privatizados, pero sin mantenimiento. La adopción, en 2007, de un nuevo código forestal no ha solucionado nada. Ante todo, el código se lo puso todo en bandeja a los grandes lobbies industriales, como la firma Ilim Pulp, de la que el actual presidente ruso, Dimitri Medvédev, fue en su tiempo consejero jurídico y asociado.

El mantenimiento de los bosques se delegó en las administraciones locales, los guardias forestales se redujeron a una porción mínima. Y también pocos bomberos. Efectivos reducidos (22.000 para todo el país), poco entrenados, mal equipados, los soldados del fuego se han visto enseguida desbordados.

En Polbino, una ciudad de la región de Moscú, los habitantes marcaron insistentemente el 01, en vano, los bomberos no vinieron. No lejos de allí, en Kovriguino, sí se desplazaron. Un habitante cuenta en su blog: "El bosque se quemaba desde hace varios días, la gente llamaba a los bomberos, sin éxito. Cuando el fuego llegó a las casas, los lugareños lo apagaron con sus propios medios.«Cuando el camión cisterna llegó, el suelo estaba todavía humeante. Los aldeanos solicitaron a los bomberos rociar las humaredas.»Como se opusieron, los habitantes formaron una barrera para impedirlos marchar.” Cogiendo las mangueras, los bomberos empaparon a las personas presentes. El representante de la administración local protesta, siendo empapado por los bomberos. "Esto sucedió el 12 de agosto de 2010, a las 18:30."

En la Rusia de Putin, condenada a la “vertical del poder” raramente se fomenta la iniciativa.

En Barkovka, una aldea de la región de Nizhni-Novgorod, los habitantes no han visto ni un solo bombero. En cambio, fueron amenazados con demandas judiciales por la administración local por haber cortado los árboles que rodeaban la aldea para contener los incendios. En la Rusia de Putin, condenada a la “vertical del poder” raramente se fomenta la iniciativa.

Formidable movimiento de bomberos voluntarios

Sin embargo, si los incendios han terminado por ser dominados es porque un formidable movimiento de bomberos voluntarios ha salido a la luz a través de la red social. Se organizaron seminarios de formación sin que las autoridades hayan hecho cualquier cosa a su favor. Internet funcionó de lleno. ¿Desea presentarse como voluntario? Teclee http://community.livejournal.com/po…. ¿Está buscando información para dar o recibir ayuda? Teclee www.doctorliza.ru. ¿Busca un mapa de los incendios? Teclee http://russian-fires.ru.

“Los guardias forestales han tirado también de ingenieros, acróbatas, cineastas, estudiantes de la facultad de filosofía”, cuenta Anna Baskakova en su blog. La joven lleva una red de voluntarios que organiza la ayuda a las víctimas de los incendios, así como a los improvisados bomberos. Su apartamento se ha transformado en un alamacen para las palas, las botas y las máscaras de las colectas. Su carta crítica a Serguei Shoigú, el "Sr. Catástrofe natural" del gobierno ruso, ha dado la vuelta a la comunidad de blogueros.

En otra carta dirigida a Serguei Shoigú, un grupo de bomberos quiso saber cuáles son los mejores equipos de protección anti-incendios para los bomberos. Están dispuestos a comprarlos de su bolsillo. El ministro no ha respondido. Por el contrario, ha bastado que haya fustigado públicamente el sitio de información Roslesozachtchita para que éste fuera cerrado. El 11 de agosto, el sitio reveló que cerca de 4.000 hectáreas de terrenos radiactivos habían ardido en julio, especialmente en la región de Briansk, ya afectadas por la explosión, en 1986, de la central nuclear de Chernóbil, una versión que contradecía la información facilitada por los servicios de Shoigú.

Frente al cinismo ambiental, los rusos recurrieron a la burla. Todo Moscú se mofa del alcalde, Iuri Luzhkov. De vacaciones en su chalet austríaco en el momento el que sus administrados sofocaban los efectos de los humos tóxicos, el alcalde regresó finalmente a la capital el 10 de agosto para un encuentro con Vladimir Putin, seguido de una visita a sus… abejas. [strong]