// estás leyendo...
Inicio > Economía > Las dos Rusias

Las dos Rusias

Tras 20 años de reformas, la Escuela Superior de Economía considera que los rusos más ricos se han hecho dos veces más ricos y los más pobres, una vez y media más pobres. Pero la economía de mercado se consolida.

El texto que se lee en la imagen, pobreza (abajo) y abundancia (arriba).
caricatura.ru

La Escuela Superior de Economía realizó un estudio comparativo acerca de cómo cambió el bienestar de los ciudadanos rusos tras 20 años de reformas de mercado. Los resultados de la investigación se han publicado en los informes "Nivel y modo de vida de la población de 1989-2009«y»Análisis comparativo del consumo y del gasto en la esfera de la vivienda".

El consumo de la población creció 1,45 veces (junto a esto, el PIB en 2009 fue sólo un 8% mayor que en 1990). El índice general de bienestar creció menos, un 32%: descienden el acceso a la vivienda y los servicios que pagaba el Estado.

A grandes rasgos, el bienestar creció en lo relativo a los productos alimenticios y a los artículos de larga duración: así, el número de televisores por familia creció de 1 a 1,6, y a tres el número de automóviles por cada 1.000 personas. La renta media familiar, medida en cigarros creció 3,2 veces; en alcohol, 2,8 veces; en automóviles nacionales, en 2,33 veces; en ropa y calzado, en 2,26 veces. El liderato de los tres primeros artículos refleja el "adolescente«carácter económico, escriben los expertos:»Beber, fumar y conducir a gran velocidad un coche se ha hecho considerablemente más barato". Por renta media familiar es posible comprar más artículos en 1,26 veces, que es menos que lo que creció el consumo en su globalidad: los productos alimenticios se encarecieron más rápidamente.

Y aún más rápidamente se encarecieron los servicios: en el ajuste con respecto al coste de los servicios comunales, la renta familiar media cayó el triple; y el doble con respecto al acceso al cine, a teatros o a sanatorios. El gasto estatal en jardines de infancia aumentó del 16 al 22% sobre el salario medio anual, y contando los medios privados, hasta el 27%; en la enseñanza superior, del 53 al 64 y 65% respectivamente. Las familias están dispuestas a gastar cada vez más en la educación de sus hijos y consideran este gasto como una inversión. En 2006 el gasto médico estatal se situaba al nivel de 1994, mientras que la morbilidad global aumentaba un 45% entre 1990-2008. Los medios privados suplen la carencia de los medios públicos: su volumen creció 8 veces. En esta cifra se refleja la reacción de la población a nuevas variedades de servicios médicos y medicamentos, pero el aumento del porcentaje de pago por la asistencia médica “se sale de los límites de lo razonable”, se dice en el informe: En la Unión Europea, la cuota de mercado de los medios privados es del 24%, en Rusia entre el 40-50%. El gasto presupuestario en educación y en servicios médicos era en 2009 un 7% más bajo que hace 20 años.

La superficie por persona de la vivienda de los rusos creció un 40%, hasta los 22 metros cuadrados (de ellos 6 puntos porcentuales corresponden al descenso de población). El porcentaje de viviendas compartidas ha descendido casi el cuádruple, mejorando la calidad de la vivienda. En 1989 para la compra de un piso a través de una cooperativa o del crédito para la construcción de una casa podían suponer el 10% de familias; en 2009, el 19%; pero la mayoría suscriben una hipoteca vendiendo el antiguo piso privatizado. Si se reservara todo el salario, en 1989 se hubiera podido ahorrar en 2,6 años para un piso de 54 metros cuadrados; en 2009, en 4,6 años. Sólo para el 20% de la población la vivienda sería más asequible.

En realidad, Rusia son dos países: en uno, la gente sale al extranjero y sabe lo que es elegir como consumidor; en el otro, viven peor que hace 20 años.

El advenimiento de la economía de mercado en Rusia vino acompañado de un gigantesco aumento de las desigualdades (ocho veces más rápido que en Hungría y 5 veces más rápido que en Chequia): más elevado que en los países de la Unión Europea y de la OCDE.

En resumen, un 40% de la población ha perdido: el nivel de ingresos reales del 20% de los más pobres cayó 1,45 veces, y en un 20%, 1,2 veces. Uno de cada cinco rusos sigue viviendo de forma parecida a como lo hacía en vísperas de la desintegración de la URSS. La renta de un 20% de los más acomodados aumentó el doble, y de otro 20% en una cuarta parte.

En realidad, Rusia son dos países, señala el director científico del centro Evgueni Yasin: en uno, la gente sale al extranjero, sabe lo que es la elección como consumidor; en el otro, viven peor que hace 20 años.

En la URSS

Para algunos, la calidad de vida se enquistó, dice la directora del Instituto Independiente de Política Social, Tatyana Malieva. En la URSS no había parados ni alta inflación, en cambio junto a la escasez de productos había artículos de baja calidad y el sector servicios casi no existía. “Puede que la gente quisiera 5 veces más ropa, pero no tenía nada que comprar y quien conseguía una plaza en un sanatorio, era un hombre feliz”, recuerda ella. “Antes, por motivos de la escasa oferta, había una demanda insatisfecha de productos; ahora, hay una demanda insatisfecha de dinero”Son dos modelos diferentes de economía con diferente clase de consumo y de demanda, dice Malieva: “Antes, por motivos de la escasa oferta, había una demanda insatisfecha de productos; ahora, hay una demanda insatisfecha de dinero”. De forma subjetiva, valorando su calidad de vida, cada persona compara implícitamente lo que tiene con lo que le gustaría tener, razona el director del centro de análisis laborales de la Escuela Superior de Economía, Vladimir Guimpelsón. El bienestar no es sólo renta, número de metros cuadros o kilos por persona, sino también ecología, seguridad, calidad de los servicios públicos: “Si consigues un certificado rápidamente y con una sonrisa o vas a por él como a una ejecución”. Cuando la élite lleva a sus hijos al extranjero, esto muestra que incluso lo que se gana cuantitativamente es profundamente insatisfactorio con lo que sucede, opina.

Rusia realizó el tránsito a la economía de mercado con más éxito que Bulgaria y Mongolia, donde el consumo en relación con el nivel ruso en 2005 fue menor que en 1988, pero mucho peor que en Polonia (en 1988 estaba un 10% más bajo que en Rusia y en 2005, un 30% más alto). El consumo efectivo final per cápita en comparación con los Estados Unidos (22% en 1988), Rusia remontó la recesión de los 90 a mitad de los años 2000 (28% en 2005). [1]]