Durante la campaña electoral de las pasadas elecciones presidenciales en Rusia, se levantó un cierto revuelo dentro del mundo cultural ruso ante la propuesta del todavía primer ministro, Vladímir Putin, de elaborar una lista de 100 libros que conformen el canon cultural nacional (Единый культурный код ) y sean de lectura obligada para todos los escolares que finalicen sus estudios.