Lenin, Stalin, Yeltsin, Putin. Como si cerca de un siglo de historia rusa cupiera en cuatro nombres que, por añadidura, riman. Relatar esta travesía, marcada por siete decenios de comunismo y luego dos de poscomunismo, en 71 dibujos: había que estar loco para hacer frente a este desafío. Maxim Kántor posee esta locura que caracteriza a los grandes dibujantes y pintores, rusos y no rusos. Se puede o no compartir su visión demasiado negra de su país. Pero ¿cómo ser insensible a ello?