Retazos biográficos
Maksim Kárlovich Kántor, hijo del conocido filósofo Karl Kántor, nació en Moscú en 1957. Desde su infancia se relacionó con Aleksandr Gálich, Naum Korzhavin, Vladímir Kormer, Mstislav Rostropóvich, Aleksandr Zinoviev [strong]. En 1975 ingresó en el instituto poligráfico de Moscú. Se inició como retratista. La temática de su producción estaba tan al límite que en la XV Exposición Juvenil la policía descolgó de las paredes los cuadros de Kántor hasta media hora antes de la apertura.
En 1984 Kántor organizó el grupo independiente de pintores La Casa Roja y en 1998, después del éxito de sus trabajos en Milán y en Berlín, el artista obtuvo la posibilidad de vivir y trabajar en Europa. Hoy en día, los cuadros de Kántor se encuentran en muchos museos del mundo, sus exposiciones se suceden por Europa y América.
Artista polifacético, a su faceta de pintor une la de escritor. La primera colección de relatos de Maksim Kántor, “La casa en el descampado”, se publicó en 1993. Y en 2006 publicó la novela en dos tomos “El manual de dibujo”, que causó polémica en la prensa. [1]
En la torre de Babel del mundo multipolar y mundializado, Rusia, apenas si encuentra su lugar. Curiosa paradoja: Lenin escribió “El imperialismo, estadio supremo del capitalismo” y, un siglo más tarde, su país se debate en esta etapa que él pensaba saltar. El Homo sovieticus padeció el más salvaje de los capitalismos. Solo la ex nomenclatura reconvertida, cruzada de oligarcas formados en América y de una clase media en formación, salen del apuro.
¿En qué ha desembocado la revolución de Octubre, la epopeya de rojos contra blancos, la colectivización y el gúlag, la Gran Guerra Patria, el cara a cara de los dos bloques, el XXº congreso, el estancamiento de la época de Brezhnev? ¿Se resumirá todo ello en un paréntesis en la historia de la Gran Rusia?
¿Y cuáles son las reglas del juego? No es cuestión de volver a la Unión Soviética, con perdón de sus nostálgicos. Pero 20 años de liberalización han disipado todas las ilusiones líricas de los años 90. ¿Cómo reconstruir un país del que ni un solo mecanismo funciona, ni los antiguos ni los nuevos? A su vez, los rusos descubren la libertad del zorro en el gallinero: todos tienen, en principio, los mismos derechos y los mismos deberes, algunos son, claramente, más iguales que otros…
Es difícil ser y haber sido. Ayer gran potencia, Rusia decae. Vendida a Occidente por sus libertadores, ha caído, de una manera brutal, en el fondo de un agujero, cuyo fuerza la arrastra progresivamente. ¿A qué precio? Ni los ataques a las libertades, ni los discursos nacionalistas y moralistas ni las promesas de los oligarcas preparan un futuro radiante.
Maxim Kántor, tintas negras para un siglo rojo
El álbum Vulcanus, publicado por Maxim Kántor en 2010, es un relato violento de las tragedias del corto siglo XX. Consta de 71 litografías a gran formato y coloreadas a mano, que se expusieron en la galería Nierendorf de Berlín en agosto-septiembre de 2011. [2]
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