A Kaliningradskaia oblast la llaman la avanzadilla occidental de Rusia, y desde enero, también se ha convertido en la avanzadilla de la oposición para sus intervenciones. La vida política y social de la más pequeña y más occidental de las regiones de Rusia, cambió de forma perceptible después de las protestas, aunque muchos problemas, tales como, por ejemplo, la demolición de los chalets de los alemanes o el deterioro de las infraestructuras turísticas, siguen como antes.