Éstos datos siempre son difíciles de contrastar, pero si son ciertos, sus propiedades e ingresos no distan mucho de las de los cargos políticos en occidente, éstos sí que, con toda seguridad y sobre todo si pertenecen a políticos de partidos conservadores de la franja mediterránea, inciertos e inquietantes (léase Berlusconi, Matas, Camps, Aguirre y demás implicados en la trama gurtelina). Aunque yo siempre he expresado mi opinión al respecto: no son precisamente los políticos (a excepción de los nateriormente nombrados) los que hacen ostentación de su modo fastuoso de vida, no son los (…)